Tengo manos y quiero tocar, tengo labios y quiero besar.
Dime cómo se siente el amor, cuenta la última vez que fue interesante.
la misma persona junto a vos creyó sorprenderte y vos ya sabías lo demás.
Qué poco durás amor deberías cambiar y mostrar que nos dañas
no hay equilibrio si estás.
 Toma un lápiz y anota si hay más ganas de convivir que escapar
dime cómo se siente el amor cuenta la última vez que fue interesante
la misma persona junto a vos creyó sorprenderte y vos ya sabías lo demás
Qué poco durás amor deberías cambiar y mostrar que nos dañas
no hay equilibrio si estás
¿Por qué duele esperar y no tenerte?
¿por qué cuesta apreciar lo conseguido?
No hay sentidos con caras distintas



Yo sé que es complicado haber estado equivocado sabiendo.
Cayendo el precipicio reconoces tus errores y es tarde
¿De qué sirvió llevar con vos por tanto tiempo toda esa carga brutal, autista?
El mundo siempre queda y el que dice adiós sos vos, te olvidan
¿Cuántas noches puedes no dormir si tus horas son las que se van?
¿Cuántas veces puedes perdonar?¿Cuánto tiempo puedes soportar?

Una dosis de hipnotismo me hará viajar, me guía tu radar. 
que si este efecto es limpio nunca sabré, no entiendo tu lenguaje
¿CUÁNDO VOLVERÉ?
nunca lo sabrás, soy el cómplice del viento a ultramar
Acurrucado en el vientre de un animal creceré y seré más.
Las miradas no atraviesan esta pared, no me obligues a verte.
¿CUANDO BAJARÉ?
nunca lo sabrás, llevo años aquí arriba de tu altar.
No cambiaré por ti mi fé, mi finmi plan, mi dios mi amor ni mi dolor
¿DE QUÉ LADO ESTÁS?
más cerca de ir que de llegar
pides protección si quieres yo me aparto y la tendrás.
nadie pertenece a nadie
Bajo las estrellas esta noche Nosotros viviremos este sueño























Eyes lit
 I pawn short breaths 
A fawn's dark eye lids
But life's breath like a sun to repent




Ser o no ser: ésta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son esencia de la carne. Ésa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar: sí, ahí está el tropiezo, pues tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal. Ésa es la consideración que da tan larga vida a la calamidad: pues ¿quién soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, el agravio del opresor, la burla del orgulloso, los espasmos del amor despreciado, la tardanza de la justicia, la insolencia de los que mandan, y las patadas que recibe de los indignos el mérito paciente, si él mismo pudiera extender su documento liberatorio con un simple puñal? ¿Quién aguantaría cargas, gruñendo y sudando bajo una vida fatigosa, si no temiera algo después de la muerte, el país sin descubrir, de cuyos confines no vuelve ningún viajero, que desconcierta la voluntad, y nos hace soportar los males que tenemos mejor que volar a otros que no sabemos? Así, la conciencia nos hace cobardes a todos, y el colorido natural de la resolución queda debilitado por la pálida cobertura de la preocupación, y las empresas de gran profundidad y empuje desvían sus corrientes con esta consideración y pierden el nombre de acción... ¡Cállate ahora! ¿La hermosa Ofelia? Ninfa, que en tus oraciones sean recordados todos mis pecados.


La vida está bien si no te rindes!


Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Julio Cortázar

Fracaso

Subir al tercer piso le toma cincuenta y ocho segundos. Decide terminar. Abre la puerta. Naufraga en sus ojos, color de miel.

Felipe Garrido

Y ahora, mi sombra me ha creído su sombra
"El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revolver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente."

"Virgilio Piñera" (1946)

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:

-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana.Me hizo un gesto de amenaza.Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta: -Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán.


Un leñador de Cheng se encontró en el campo con un ciervo asustado y lo mató.
Para evitar que otros lo descubrieran, lo enterró en el bosque y lo tapó con hojas y ramas.
Poco después olvidó el sitio donde lo había ocultado y creyó que todo había ocurrido en un sueño.
Lo contó, como si fuera un sueño, a toda la gente.
Entre los oyentes hubo uno que fue a buscar el ciervo escondido y lo encontró.
Lo llevó a su casa y dijo a su mujer:
-Un leñador soñó que había matado un ciervo y olvidó dónde lo había escondido
y ahora yo lo he encontrado. Ese hombre sí que es un soñador.
-Tú habrás soñado que viste un leñador que había matado un ciervo.
¿Realmente crees que hubo un leñador?
Pero como aquí está el ciervo, tu sueño debe ser verdadero -dijo la mujer.
-Aun suponiendo que encontré el ciervo por un sueño -contestó el marido-
¿a qué preocuparse averiguando cuál de los dos soñó?
Aquella noche el leñador volvió a su casa, pensando todavía en el ciervo,
y realmente soñó, y en el sueño soñó el lugar donde había ocultado el ciervo
y también soñó quién lo había encontrado. Al alba fue a casa del otro y encontró el ciervo.
Ambos discutieron y fueron ante un juez, para que resolviera el asunto.
El juez le dijo al leñador:-Realmente mataste un ciervo y creíste que era un sueño.
Después soñaste realmente y creíste que era verdad.
El otro encontró el ciervo y ahora te lo disputa,
pero su mujer piensa que soñó que había encontrado un ciervo que otro había matado.
Luego, nadie mató al ciervo. Pero como aquí está el ciervo, lo mejor es que se lo repartan.
El caso llegó a oídos del rey de Cheng y el rey de Cheng dijo:
-¿Y ese juez no estará soñando que reparte un ciervo?

-No soy un hombre real. No soy un hombre como los otros,
un hombre con huesos y músculos, un hombre generado por hombres.
Yo soy –y quiero decirlo a pesar de que tal vez no quiera creerme
- yo no soy más que la figura de un sueño. Una imagen de Shakespeare es, con respecto a mí,
literal y trágicamente exacta: ¡Yo soy de la misma sustancia de que están hechos los sueños!
Existo porque hay uno que me sueña, hay uno que duerme y sueña y me ve obrar y vivir y moverme
y en este momento sueña que yo digo todo esto. Cuando ese uno empezó a soñarme, yo empecé a existir;
cuando se despierte cesaré de existir. Y soy una imaginación, una creación, un huésped de sus largas fantasías nocturnas. El sueño de este uno es tan intenso que me ha hecho visible incluso a los hombres que están despiertos. Pero el mundo de la vigilia no es el mío. Mi verdadera vida es la que discurre lentamente en el alma de mi durmiente creador.

cositas viejas