
Tengo manos y quiero tocar, tengo labios y quiero besar.
Dime cómo se siente el amor, cuenta la última vez que fue interesante.
la misma persona junto a vos creyó sorprenderte y vos ya sabías lo demás.
Qué poco durás amor deberías cambiar y mostrar que nos dañas
no hay equilibrio si estás.
Toma un lápiz y anota si hay más ganas de convivir que escapar
dime cómo se siente el amor cuenta la última vez que fue interesante
la misma persona junto a vos creyó sorprenderte y vos ya sabías lo demás
Qué poco durás amor deberías cambiar y mostrar que nos dañas
no hay equilibrio si estás
¿Por qué duele esperar y no tenerte?
¿por qué cuesta apreciar lo conseguido?
No hay sentidos con caras distintas
Yo sé que es complicado haber estado equivocado sabiendo.
Cayendo el precipicio reconoces tus errores y es tarde
¿De qué sirvió llevar con vos por tanto tiempo toda esa carga brutal, autista?
El mundo siempre queda y el que dice adiós sos vos, te olvidan¿Cuántas noches puedes no dormir si tus horas son las que se van?¿Cuántas veces puedes perdonar?¿Cuánto tiempo puedes soportar?
Una dosis de hipnotismo me hará viajar, me guía tu radar.
que si este efecto es limpio nunca sabré, no entiendo tu lenguaje
¿CUÁNDO VOLVERÉ?
nunca lo sabrás, soy el cómplice del viento a ultramar
Acurrucado en el vientre de un animal creceré y seré más.
Las miradas no atraviesan esta pared, no me obligues a verte.
¿CUANDO BAJARÉ?
nunca lo sabrás, llevo años aquí arriba de tu altar.
No cambiaré por ti mi fé, mi finmi plan, mi dios mi amor ni mi dolor
¿DE QUÉ LADO ESTÁS?
más cerca de ir que de llegar
pides protección si quieres yo me aparto y la tendrás.

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortázar
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana.Me hizo un gesto de amenaza.Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta: -Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán.

-No soy un hombre real. No soy un hombre como los otros,